viernes, 3 de abril de 2009

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Reseña biográfica
Poeta, novelista y dramaturgo alemán nacido en Lauffen am Neckar, Württemberg, en 1770.Al terminar estudios primarios en Denkendorf ingresó a la Universidad de Tübingen donde obtuvo el Master en Teología. En 1793 publicó sus primeros poemas con la ayuda de Friedrich von Schiller quien además fue su amigo y protector. Fue traductor de Sófocles y Píndaro y autor de una valiosa obra poética y dramática que lo convirtió en el más grande representante del romanticismo alemán.Después de sostener un romance con la esposa de un rico banquero, Susette Gontard, inspiradora de sus "Poemas a Diotima", se radicó en Hamburgo donde produjo una parte importante de su obra, de la que se destaca su novela "Hyperión" y la colección de poemas "La esperanza".A partir de 1802, aquejado por los primeros síntomas de una grave esquizofrenia, regresó a Tübingen y vivió hasta su muerte protegido en la casa de un carpintero. Falleció en junio de 1843. ©


A LAS PARCASDadme un estío más, oh poderosas,y un otoño, que avive mis canciones,y así, mi corazón, del dulce juegosaciado, morirá gustosamente.El alma, que en el mundo vuestra leydivina no gozó, pene en el Orco;mas si la gracia que ambiciono logrami corazón, si vives, poesía,¡sé bien venido, mundo de las sombras!Feliz estoy, así no me acompañenlos sones de mi lira, pues por fincomo los dioses vivo, y más no anhelo.
Versión de Otto de Greiff

ARCHIPIÉLAGO
(fragmento)¿Tornan de nuevo las grullas a ti, las naves el rumbotuercen, van de tus playas en pos? ¿ Serenas y ansiadasbrisas llegan al plácido mar, y al sol asomandodel abismo el delfín, luz nueva inunda su dorso?¿Jonia brilla? ¿Tiempo es ya? Pues es primavera,y ha tornado a nacer la vida en todos los seres,y hay en los hombres amor, y tiempos áureos se evocan;¡vengo en tu paz a ti, oh poderoso, a loarte!¡Oh venerable!, descansas aún viviendo a la sombrade tus montes; aún tus brazos jóvenes ciñenamorosos tu tierra, y a tus hijas, ¡oh padre!de tus islas radiantes aún ninguna perdiste.Creta vive, y Salamis, que frescos laureles circundan.Y alza, en medio de rayos, y a la hora del orto la testaresplandeciente Delos, y Tenos y Kíosfrutas purpúreas guardan: y de embriagadas colinasmana el vino de Chipre, y de Kalauria desciendenríos de plata que van a las véteras aguas del padre.Todas viven, las islas que un día engendraron los héroes.Y año tras año irradian y si una vez, del abismoliberado, el fulgor de la noche, la interna borrascaa una de ellas sorprende y en tu seno a los hombres sepulta,tú, tú en cambio pervives, deidad, pues sobre la oscurasima, por ti mucho viose nacer y mucho morir.(...)(...)Entonces, ¡oh amigos de Atenas, oh gestas de Esparta,cara primavera de los griegos! Si llegaa nuestro otoño, tornad y mirad, espíritus todosdel mundo que fue, ¡pues el fin de los años se acerca!¡La fiesta también celebrad, oh días de antaño!A la Hélade miran los pueblos, llorando y cantandodel día orgulloso del triunfo los suaves recuerdos.¡Floreced entre tanto, mientras los frutos maduran,oh jardines de Jonia! ¡Floreced en las ruinas de Atenas!¡Ocultad a los días futuros el duelo!¡Coronad con eterno verdor, oh laureles, los túmulosde los muertos, allá en Maratón, donde tantosvictoriosos soldados cayeron, o allá en Keronea,cuyos campos los últimos atenienses sin armashuir vieron del día fatal de la afrenta, allá dondede la cima hasta el valle trenos se escuchan, y el cantodel destino las aguas vagabundas entonan!Mas, oh tú, de los mares señor inmortal, aunque el cantode de los griegos no más, como antaño, en tus olas te loe,canta en mí más y más; que el espíritu impávidode los mares, al modo de los nautas, disfrutesu solaz, y la lengua de los dioses distinga,y el vaivén de las horas; y así, si el tiempo vorazsobreviene a segar la miseria y los yerrosde mi vida mortal, y entre los muertos a hundirla,que la paz en el fondo de tus abismos encuentre.
Versión de Otto de Greiff



GRECIA
Tanto vale el hombre y tanto vale el esplendor de la vida,Los hombres a menudo son amos de la naturaleza,Para ellos la tierra hermosa no está escondida,Sino que con dulzura se desnuda mañana y tarde.Los campos abiertos son como los días de la siega,Alrededor se extiende espiritual la vieja Leyenda,Una vida nueva vuelve siempre a nuestra humanidad,Y el año se inclina aún una vez silenciosamente.
Versión de Vicente Huidobro



miércoles, 1 de abril de 2009


A los poetas vi
elevando salmos a la noche
incinerando liturgias
deglutiendo comensales hacia
la madrugada
con lagañas de eternidad
lágrimas petrificadas
A los poetas vi
lavarse la cara en lago extinguido
después
elevando el poniente
los vi calcinados entrar al templo
donde resplandores metálicos
intermitentes
rabiosos
esperaban para degustarlos
según supe
en honor a mercaderes ebrios
ebrios de soledad
bañados en semen
repartiendo vino
bautizando un tiempo de reinado
con la sonora trompeta del olvido
y la atroz carreta
para el ultimo paseo de los desahuciados.
A los poetas vi
con apestosos trajes
con tajos en las plantas
recorrer descalzos
una enorme planicie de salmuera
revocando dioses de orfrebreria
herrumbres y barros desteñidos.
A los poetas vi
trasponiendo puertas
ataviados de demonios
con flagimeras plumas
atravesando ángeles castos.
A los poetas vi
vigilantes
terrenales
así vi.
EL OFICIOSO DISCURRIR
de este lamentable Cabo-Lápiz
trémulo ante la presencia de tanta
ausencia
que lucha con este corazón disecado
fiebre de estos tiempos.
Quien no habla de astucias
no es humano.
Quien no escupe su carcajada
no es humano.
Quien traiciona
es rey y no zozobra.
Quien espanta
temor obtiene.
El moribundo bebe zozobrante
y sed implacable lo extermina.
El rey hace convite de sus alfiles
y los peones zozobran.
El oficioso discurrir
de este lamentable Cabo-Lápiz.