DIA I
La tempestad es la causa escrita
la palabra hace menor el cansancio
Con las ráfagas de la Hojarasca
el dios Eolo nos circunda
Anega el apremio de impresiones amanecidas
La ciudad va de nuevo tras su veloz cotidianidad
Las costras de los mendigos humedecen el rocío
No son una prioridad urbana
Los citadinos cierran los ojos de su alma
Aunque la dureza de su corazón los abate
Caen los parpados de la tarde en el paisaje
El temporal cede ante la luna y su lucero
DIA IV
Anuncio del ave en los balcones
de la ciudad adormecida
Madrugan a diario en los jardines
los cantos de pico emplumado
En los patios de antiguas casas
se conserva el gallo de austral cresta
La paraulata en canto presente
antecede la lluvia
El canario orienta su sonido al tono mayor
Abunda la reinita plumífera pequeña
El cucarachero en nido aéreo
sobre los techos del tiempo
La perdiz montañés turca
Trinan las aves
en los arbustos de los parques
El soberano lucero
busca los ojos de la noche
en los callejones
La mañana dejó su traje prestado
en los anuncios de neón
Anuncio del ave en los balcones
de la ciudad adormecida
Madrugan a diario en los jardines
los cantos de pico emplumado
En los patios de antiguas casas
se conserva el gallo de austral cresta
La paraulata en canto presente
antecede la lluvia
El canario orienta su sonido al tono mayor
Abunda la reinita plumífera pequeña
El cucarachero en nido aéreo
sobre los techos del tiempo
La perdiz montañés turca
Trinan las aves
en los arbustos de los parques
El soberano lucero
busca los ojos de la noche
en los callejones
La mañana dejó su traje prestado
en los anuncios de neón
He allí el enigma de la vida
Contra el caos del hierro
la arena y el concreto
La salidas conducen al infinito milagro
Donde renacemos con asombro de las cenizas
Olor de nube
en los cielos del trópico Caribe
Una Huella salvaje plena el corazón
Puebla las máscaras danzantes
Contra el caos del hierro
la arena y el concreto
La salidas conducen al infinito milagro
Donde renacemos con asombro de las cenizas
Olor de nube
en los cielos del trópico Caribe
Una Huella salvaje plena el corazón
Puebla las máscaras danzantes
de los trasnochados y el amanecer
Las aves en su canto colorido
hacen que la noche nos sueñe.
Las aves en su canto colorido
hacen que la noche nos sueñe.
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